La danza como herramienta es una clase o taller de formación, divulgación y bienestar, destinada a un amplio abanico de colectivos
La danza como herramienta
La danza como herramienta, es una clase o taller de formación, divulgación y bienestar, destinada a un amplio abanico de colectivos como alumnos de escuelas y de universidades, maestros de primaria y secundaria, grupos de personas mayores (de una cierta e incierta edad), grupos con dificultades de aprendizaje, deportistas y practicantes de danza, empresas; gente y colectivos de todos los tipos que quieran mantenerse en forma y vivir una vida saludable, entre los que también se encuentra el público, los aficionados a la danza.
El objetivo del curso es introducir a los participantes en una visión del movimiento desde y para la vida, relacionado con sus formas artísticas pero utilizado para nuestro conocimiento, bienestar y salud.
La danza es esencialmente una conciencia, habitar el cuerpo con el corazón y la mente. Un movimiento con sentido y emoción que ofrece muchas opciones para el crecimiento personal, para mantenerse en forma o poder comunicarse, para un espacio, de análisis, lúdico y de fantasía que nos puede potenciar.
De hecho, todos estamos condenados a bailar toda la vida, pero fácilmente nos pasa que no somos conscientes, fácilmente nos desequilibramos y caemos del lado del cuerpo o de la mente, la emoción nos sobrepasa o desaparece. De la misma manera que dependemos de lo que comemos, somos la suma de todos los movimientos que hemos realizado en nuestra vida.
Al mismo tiempo, durante el curso, nos introducimos en el movimiento como forma de arte, de sueño compartido en estado de vigilia. Pero no con la intención de ser artistas profesionales, sino de utilizar las potencialidades del arte, en este sentido más general y humanista del que estamos hablando.
Durante el curso compartiremos ideas y haremos ejercicios accesibles que nos permitirán introducirnos dentro de esta experiencia psicofísica, de una manera analítica, vivencial y lúdica.
A partir de esta introducción se abre la posibilidad de que los participantes tomen conciencia del movimiento, de este movimiento habitado y lo integren en sus vidas, lo sumen a su propio bagaje y experiencia. Además pueden hacer ejercicios, bien por sí mismos, como una rutina diaria personal, o en clases y actividades de grupo, de este tipo o las que practiquen habitualmente.
Es fundamental introducir en la sociedad, sobretodo en el núcleo duro de la educación y el trabajo, la posibilidad de vivir desde el cuerpo, la emoción y la mente. De vez en cuando deberíamos apartar las sillas y las mesas de estudio o de trabajo, y seguir estudiando, trabajando y comunicándonos desde esta perspectiva. Deberíamos utilizar la danza y otras disciplinas, ligadas al movimiento, para estudiar y trabajar mejor, para un mejor vivir.