La nueva producción de la compañía está formada por dos coreografías de Cesc Gelabert creadas para diez bailarines, entre los que se encuentra el propio coreógrafo.
Sense fi cuenta con una partitura original de Pascal Comelade y la obra, inmersa en el mundo de la contradicción paradójica, es entendida por Gelabert –de manera epigramática- como un “viaje interior” que en nada se diferencia al de una espera orientada hacia el futuro.
Conquassabit, una pieza sobre la aceleración y la quietud, no recoge piezas íntegras de Haendel, sino que mezcla piezas vocales e instrumentales sometiéndolas al imperativo rítmico de un pulso creciente, a un accelerando rítmico.